Ahir divendres vam rebre una visita
que esperàvem amb entusiasme.
Ahir vam rebre a Jesús Cuesta, un
amic meu, que es va oferir a vindre per tal de contar-nos què fa un arquitecte.
Fa uns dies que vam preparar la
entrevista així que, nosaltres ja ho teníem tot preparat.
Com que la llengua materna de Jesús és
el castellà, l’entrevista la vam preparar en la seua llengua per tal de que ell
es sentira més agust i nosaltres també aprofitem per tal de practicar-la, així
que l’entrada a la seua visita la vaig a escriure en la seua llengua materna,
tal com fou la seua visita.
Recibimos a Jesús con un cartel en la
pizarra de bienvenido, pues lo esperábamos con mucha emoción, y la verdad es
que fue una tarde entretenida, divertida, dinámica, emocionante y de
aprendizaje.
Primero dejamos que Jesús nos contara
lo que se había preparado, porque no os penséis que sólo nosotros lo teníamos todo
preparado, él también.
Nos preguntó que era un arquitecto y
lo sabíamos, la persona que se encarga de dibujar los planos de las casas y eso
nos enseñó y nos explicó.
Aprendimos que los arquitectos
primero dibujan la casa a mano alzada y que eso se llama esbozo, después hacen
los planos de las plantas, fachada,
secciones, tejados y finalmente hacen las casas en ordenador en tres
dimensiones que parecen fotos de casas de verdad.
¡Hemos aprendido que algunos tejados
no tienen tejas!
Nos ha enseñado la evolución de una
casa desde el primer dibujo hasta que ya estaba preparada para que una familia
fuese a vivir en ella.
Hemos aprendido la similitud entre
una casa y el cuerpo humano, menos mal que ya habíamos trabajado el tema del
cuerpo en clase y hemos adivinado muchas de esas partes: las zapatas son los
pies, la estructura el esqueleto, la piel los ladrillos, el pelo el tejado, las
ventanas los ojos, la boca la puerta, las tuberías y los cables las venas y la
pintura el maquillaje. ¡Qué divertido!
Nos ha traído una maqueta desmontada
y hemos formado dos equipos para montar todas las piezas.
Nos ha contado que los arquitectos
además de hacer los planos revisan las construcciones y para ello deben ir bien
protegidos, así que ha traído un casco que nos ha dejado probarnos a todos. Y es
que ya lo hablamos en clase anteriormente, en nuestro cabeza está el cerebro,
nuestro ordenador y hay que protegerlo muy bien.
He repartido las preguntas que preparamos
para la entrevista y nos las ha contestado todas. Hemos descubierto que trabaja
unas 8 o 9 horas diarias, que empezó a trabajar a los 24 años, y aunque no
estaba en la entrevista ha sido inevitable preguntarle cuántos años tiene
ahora, normalmente come en su casa, pero a veces en el bar o en algún restaurante,
que no tiene todas las vacaciones que le gustaría pero que no se queja, que ha
dibujado el plano de su casa, le gusta mucho su trabajo y le gustó mucho
estudiar la carrera de arquitectura aunque hay que estudiar mucho y hacer
muchos trabajos y después de tanto tiempo ya le salen los planos genial, porque
cuesta aprender pero ahora ya sabe porque ha hecho en su vida unos mil planos pero
hay que concentrase mucho. Hemos aprendido que los planos pueden ser como una
ficha del cole o como una pizarra, que una casa puede ser muy alta, pero más de
tres alturas cansa mucho.
Nos quedamos con ganas de más, porque
las preguntas escritas se habían acabado pero nos quedaban dudas así que, ¡manos
arriba!
Pablo: ¿De qué color son las casas?
Jesús: Del color que les guste a los
dueños de las casas, pero el color más pedido es el blanco.
Sara: ¿Te quedas los planos tú?
Jesús: Me quedo un plano yo y otro
para el constructor.
Rebeca: ¿A qué edad supiste que querías
ser arquitecto?
Jesús: A los 17 años, cuando estaba
en el instituto.
Berta: ¿A las personas que les haces
los planos, les gustan las casas?
Jesús: Claro, porque salen como ellos
las habían pedido.
Sara: ¿Tienes ayudante si te pones
malo?
Jesús: Si, en mi despacho trabajan
otros arquitectos que me ayudan en el trabajo.
Jesús (alumno): ¿Alguien ha pedido
una casa negra?
Jesús: Nadie.
Paula: ¿Si estás en la oficina y no
tienes trabajo que haces?
Jesús: Por suerte siempre tengo
trabajo, pero si algún día no tengo os contaré lo que hago en ese rato.
Yasmina: ¿Cómo se hace una casa
naranja?
Jesús: Con pintura naranja o dejando
a la vista el ladrillo, que son de color naranja.
Saïda: Si es de ladrillo, ¿se pinta
después el ladrillo?
Jesús: sí, se pone cemento encima y
se pinta.
Sara: ¿Haces casas de madera?
Jesús: He hecho alguna, pero casi
todas de ladrillo.
Saïda: ¿El dueño elige el color de
las puertas?
Jesús: De las puertas y de todo, pero
casi todas son marrones.
Jesús (alumno): ¿Cúal es la casa más
alta que has hecho?
Jesús: Una casa de cuatro alturas.
Aitana: ¿Cúanto tiempo se tarda en
construir una casa?
Jesús: Si todo va bien un año.
Rebeca: ¿Qué edificios has hecho?
Jesús: Casas, pisos, restaurantes,
una tienda de ropa, una carnicería, chalets, una nave industrial y un quiosco.
Jesús: ¿Sabéis que? También he hecho
casas para animales, en el oceanográfico: la casa de las tortugas, los pingüinos
y los cocodrilos.
Yo les he dicho que como tenemos programada
una excursión al oceanográfico nos acordaremos cuando vayamos que esas casas de
animales las hizo él y lo contaremos a nuestros compañeros de otras clases.
La tarde no acabó ahí, Jesús no
explicó al principio que los arquitectos hacen sus dibujos en unos lápices muy
finos que se llaman portaminas y ¡sorpresa! Nos regaló un portaminas para cada
uno y nos explicó cómo se utiliza aunque nos recomendó la ayuda de algún mayor
para colocar la mina porque es muy delicada.
Para finalizar, Jesús nos ha
preguntado si le dejábamos hacer una aportación al mural de “palabras bonitas”
que sabía que teníamos uno y le hemos dicho que claro que sí.
La palabra elegida por Jesús ha sido “GRACIAS”
y ya forma parte de nuestro mural.
Y gracias, las nuestras, por habernos dedicado su tiempo. Lo hemos despedido con un fuerte aplauso y una foto de recuerdo.
Acabamos la semana emocionados con
todo: la visita, la maqueta, la entrevista, el portaminas….
Y es que la escuela, es un mundo de
emociones!
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada